De qué depende el valor de la vivienda, es una pregunta que así, cruda, no parece tener peso, porque a la hora de necesitar vivienda, las prioridades son otras.

Sin embargo a la hora de evaluar el precio, las consideraciones deben meditarse crudamente, con la mente puesta en el futuro.

El futuro, dicen, es del propio planeta. Tendremos que estar en condiciones de que la vivienda aporte al medio ambiente o el medio ambiente acabará con nosotros.

La calidad de vida, sin duda, depende de ese medio ambiente, por lo que en la actualidad uno de los factores más importantes para medir el valor de la vivienda, entra en relación directa a la calidad de vida, más que conveniencias de ubicación u otros factores, por ello, los que saben qué nos espera, aseguran que el valor de la vivienda estará basado en un factor determinante: si eficiencia energética.

Esto implica conocer sobre la construcción, aspectos como el uso de la energía eléctrica, la capacidad del edificio para emitir CO2, y el entorno en el cual está ubicado.

Es obvio para muchos, las señales están presentes para el que quiera verlas, el proceso del cambio climático está en marcha, la calidad de la atmósfera está completamente degrada por las emisiones de CO2, y las consecuencias afectan al comportamiento del clima, que a su vez, con fuertes tormentas, vientos y toda gama de desastres, afecta económicamente, la salud y el bienestar de todos, no sólo de los edificios enfermos.

A pesar que todos sufrimos las consecuencias, aún no hay regulaciones que incluyan en el factor calidad la eficiencia energética de las construcciones.

Sin embargo el comportamiento del clima, las inundaciones, el excesivo calor, la destrucción de la atmósfera, la radiación infrarroja cada vez más agresiva, no han sido suficientes para mover el indicador de calidad basado en la eficiencia energética.

En Argentina, ni siquiera hay diálogos al respecto. La obtención de la valoración inmobiliaria no tiene en cuenta este importante factor, a pesar de las diferentes advertencias de los organismos que bregan por la salud del planeta.

Las inmobiliarias responsables, así como realizan informes sobre el barrio, aspectos aledaños al inmueble, como la seguridad, cercanía con el transporte, y diferentes aspectos de interés para los clientes, podrían comenzar a incluir un indicador de eficiencia energética.

Y como tal cosa no parece probable, no estaría mal que nosotros, como inquilinos comencemos a plantear la inquietud a la hora de buscar vivienda.